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Puede que me traten de loco, de exigente, de llevar las cosas a un extremo, quizás innecesario, pero hablo bajo una (dilatada) experiencia en el sector audiovisual y quiero contarles una cosa que cada día tengo más clara en esto de estar detrás de las lentes, y es que, si tu trabajo no emociona, no llega. No vende. No genera nada.

¿Qué es esto de la vídeo emoción? Se preguntarán… no es más que un concepto que se ha generado de manera automática, casi sin quererlo, en las oficinas de 3COM. Quizás sea muy exigente afirmar aquello de “si no emociona, no sirve”, pero es que hay trabajos que tienen que emocionar, (evidentemente, un vídeo corporativo no lo requiere) de una manera u otra, ya sea por exigencia de un guión (en 3COM los hacemos), o por la propia “exigencia” de tu público objetivo.

¿Cuál es el principal factor en la vídeo-emoción? TU CULTURA MUSICAL.

Así de claro. Cuando me preguntan aquello de “y si tú tuvieras la oportunidad de enseñar a alguien como hacer vídeos, como editar, etc…” ¿qué le enseñarías? A lo que yo respondo: A educar su oído; empecemos por escuchar su audioteca…

Y es que, señores, sin la música, no somos nadie, y en el sector audiovisual, es la piedra angular, la cual es muchas veces menospreciada y aquí, un servidor, es consciente de su importancia, tanto que he llegado a un punto de solo oír música para que mis trabajos intenten estar siempre lo mejor posible: estar en la guagua desde Mesa y López hasta 7 Palmas haciendo un loop del mismo tema porque te lo imaginas en un vídeo y empiezas a generar situaciones en tu cabeza.

Ya lo decía Walter Haddon:

La música es la medicina de la mente agitada

Así es mi vida, un loop musical constante que posteriormente se refleja en los trabajos realizados. ¿Saben cómo surgió el vídeo “Into the wild”? Viendo un documental de animales salvajes en Canal+, el cual me generó tal interés, que mi cabeza automáticamente generó una historia que posteriormente se vio reflejada en dicho trabajo. ACCIÓN – EMOCIÓN – REACCIÓN. ¡Olé”

Vale, sí, muchos productores son también conscientes de ello, pero permítanme regocijarme de mi biblioteca audiovisual, porque señores, toda clave de un buen trabajo parte del sonido, y la fusión de un buen plano, con el tiempo y percusión adecuados, EMOCIONA; ya sea generar una sonrisa, un abrir de ojos, un suspiro, una piel erizada… el mundo audiovisual es maravilloso y tiene un poder brutal para generar esa emoción en la gente. ¿Y tú lo vas a desaprovechar?

Esto es algo que siempre he tenido bien claro, pero la verdad absoluta me ha llegado realizando los vídeos de 3COM Squad, donde el target sabe valorar como es debido el trabajo de un corredor en el vídeo, ese runner que corona una montaña y lo hace justo cuando rompe el tema, ese runner que sobrepasa a otro justo cuando el tema va in-crescendo… todo ello son EMOCIONES que si saben ser aprovechadas, llegarán, y de qué manera, a tu público.

Yo lo siento, seré un perro verde, pero prefiero tener más cultura musical a tener cultura de manuales de cámaras de vídeo, de mojarte en aquello de Canonistas vs Nikonistas, de que si una cámara es mejor o peor por ser o no full frame, de grabar a 24 , 60 ó 100 fps… está claro que son valores necesario, pero señores, yo prefiero emocionar antes que ser técnicamente impecable…. que estamos en el mundo 2.0, en el mundo online con su célebre marketing, ese ámbito donde gran parte del éxito reside en emocionar al cliente, de que ese cliente te recomiende, te dé su like, comparta con sus amigos tu trabajo… ¿saben a raíz de qué lo hace? Sí, a través de una emoción, y yo, humildemente, pienso seguir esa línea.

Mientras tanto, seguiré leyendo manuales y manuales para conocer al 200% mi cámara y ser un buen «film-maker».

Chris Almeida
el P.H. de 3COM