En el mundo de la publicidad, hoy en día hay una profunda desconexión. Por un lado, todos aseguran que los banners no funcionan ya que el CTR es de uno sobre mil y la mayoría de los usuarios que hacen clic sobre estos anuncios lo hacen por error. Pero, por el otro lado, parece que 2011 es el año de los banners, y se han duplicado las previsiones de gasto en este tipo de anuncios para este año, ya que los anuncios en display se venden increíblemente bien. Además, para 2015 se prevé que la publicidad en display supere a las búsquedas patrocinadas en la red, según publica Mashable.
Puede parecer que el mundo de la publicidad se está volviendo loco, pero también es posible que muchos anunciantes sean capaces de ver más allá del CTR y entiendan que los banners funcionan como la mayoría de los anuncios, es decir, de una forma compleja.
El CTR está evidenciándose, cada vez más, como una herramienta bastante pobre para medir la efectividad de los anuncios. Es imposible medir los clics de una valla publicitaria o un anuncio de televisión, y la mayoría no hace ningún tipo de llamada a la acción.
La publicidad tiene objetivos distintos, como dar a conocer un producto, crear afinidad hacia la marca, ser considerado por el consumidor a la hora de tomar una decisión de compra o convencer a los consumidores que eres mejor que la competencia. Y los banners son capaces de crear esa conciencia en el público, hacer que tu marca guste más a la gente, o convencer a los consumidores para que piensen en tu producto cuando vayan a realizar una compra, aún cuando no hacen clic nunca sobre tu anuncio. Los anunciantes son conscientes de ello, y por eso invierten cada vez más en este tipo de anuncios.
Fuente: marketingdirecto.com
