SEO y SMO (Search Engine Optimization y Social Media Optimization respectivamente) llevan conviviendo relativamente poco tiempo. Al segundo siempre se le ha considerado el primo feo y el SEO ha sido el que mayoritariamente ha acaparado la atención y los presupuestos de las empresas interesadas en el marketing online. Sin embargo en los últimos dos años el panorama en la red se ha modificado drásticamente, cambios importantes han llegado a Google y a Facebook, entre otros actores del medio, y la ley de la evolución vuelve a imponerse: Renovarse o morir.
Hace unos años la frase del gremio era “Si no estás en internet no existes”. Ahora la hemos cambiado por “Si no tienes Facebook (y/o Twitter) tampoco”. Y realmente es así; cuesta imaginar una empresa con intenciones serias de hacerse un hueco en internet, ya sea para branding puro y duro o para ecommerce, que no tenga muy en cuenta el SMO en su estrategia.
Ahora bien, tanto el SEO como el SMO son complementarios, no se puede apostar solo por uno de ellos pues como mejor funcionan es en equipo. Por ello es conveniente recordar y recapitular los puntos importantes de cada una de estas estrategias de marketing online.
- Lo viejo: Por muy anticuado que algunos crean que se ha quedado el SEO hay algunos parámetros de suma importancia que debemos cuidar especialmente.
Las meta etiquetas de título y descripción van a seguir siendo imprescindibles.
Y por supuesto los ansiados backlinks o enlaces entrantes hacia tu web. Trabajar en la calidad y la variedad en tu estrategia de linkbuilding es algo que ninguna red social puede hacer por tí.
Aunque el Pagerank de Google ya está muy devaluado seguirá siendo, durante un tiempo, un buen indicador de la relevancia de una página. - Lo nuevo: Estar en Facebok y Twitter ya no es tan nuevo pero sí que lo es implementarlos correctamente en nuestra página web, optimizarlos y convertirlos en una herramienta real y medible que trabaje en beneficio de nuestra reputación online y de nuestra penetración comercial en internet.
Es inconcebible que los contenidos de tu web no tengan botones para compartir en Facebook, Twitter o el más novedoso Google +1 (disponible solo en Estados Unidos de momento). Esto incrementa notablemente la viralidad de tus contenidos o productos.
Por otro lado, en tu página de inicio deberías tener el plugin del likebox de Facebook para incrementar tus conversiones de fans y algún resumen de tus últimas actualizaciones de Twitter.
Por último sería recomendable que empleases las metaetiquetas de Open Graph que Facebook pone a tu disposición para controlar todavía más el modo en que los usuarios comparten tus contenidos. Si cuando hablamos de SEO hablamos de Pagerank, cuando hablamos de SMO debemos hablar deUserRank. Los usuarios van a ver incrementado su poder a la hora de encumbrar o enterrar webs. - Lo de siempre: Hay un factor que sigue siendo “el rey”, seguro que ya sabéis de qué os hablo. Los contenidos. La base sobre la que se levanta todo lo demás. Han de ser relevantes, han de ser interesantes y han de ser suficientes. Parece costoso y lo es, requiere mucho tiempo y esfuerzo pero sigue siendo necesario. Ningún usuario va a recomendar tu web o tu artículo o productos si en ellos no hay un mínimo de calidad.
Nuestra capacidad de adaptarnos a los nuevos medios va a ser determinante, hay que subirse a la ola y aprovechar el tirón mientras dure. Nadie puede decirnos qué vendrá mañana a ciencia cierta, lo que es seguro es que da igual que no creamos en las redes sociales porque ellas sí que creen en nosotros.
Fuente: qweb.es