El intenso ritmo de crecimiento en España del comercio electrónico, aunque todavía lejos de los niveles alcanzados en EE.UU., sigue no obstante lastrado por unos tiempos de entrega muy rígidos, que ralentizan los envíos de las mercancías y además exige demasiados datos personales al comprador. Así lo ha manifestado en una entrevista a Efe el director general de PayPal en España y Portugal, Estanis Martín de Nicolás, después de que esta semana la Comisión Europea (CE) haya impulsado una consulta pública para facilitar los pagos por internet, móvil o tarjeta en toda Europa.
Según los últimos datos oficiales, el comercio electrónico en España en el segundo trimestre de 2011 logró un nuevo récord de facturación al aumentar por noveno trimestre consecutivo y situarse en los 2.322 millones de euros. Aunque la cifra supone un aumento del 26,5% respecto al segundo trimestre de 2010, el porcentaje total de transacciones comerciales digitales en España, respecto a las físicas, está todavía muy lejos de los niveles en Estados Unidos: en Europa ronda sólo el 3 ó 4 por ciento del total, según Martín de Nicolás.
El responsable de PayPal, una empresa que permite hacer pagos a cualquiera que disponga de dirección de correo electrónico, y cuyo uso es gratuito para el comprador aunque no para el vendedor, ha valorado la iniciativa de la UE, porque “todo lo que facilite el comercio electrónico y los pagos por Internet es buenísimo”. Ha advertido de que Europa está todavía lejos de EE.UU. y Asia en cuanto a niveles de penetración de una actividad “tan estimuladora” de la economía como es el comercio electrónico, y que aparte, tiene otras ventajas como la reducción del tráfico en las ciudades.
Excesiva rigidez
En su opinión, uno de “los grandes caballos de batalla” todavía pendiente de resolver en el mercado electrónico español es la excesiva rigidez en los plazos de entrega de los productos, así como la difusa política de devoluciones. En países como el Reino Unido, ha asegurado, las mercancías compradas en la red antes de las 18,00 horas de una jornada laboral son recibidas habitualmente en casa del cliente al día siguiente, algo poco habitual en España, ha matizado.
Otro de los escollos que lastra el comercio electrónico en España, ha añadido, se refiere al excesivo número de datos personales que piden las empresas a los compradores antes de la transacción. “Al usuario de internet le aburre que se le pida continuamente información sobre su nombre, fecha de nacimiento, gustos, aficiones, etc., mientras que, en una tienda física no se le exige ningún dato personal”, ha añadido. Martín de Nicolás ha agregado que el comercio electrónico es “muy seguro”, si se adoptan unas medidas mínimas; así, según sus cifras y en el caso de PayPal, el fraude a nivel mundial es inferior al 0,20 por ciento, y el cliente está asegurado en caso de no recibir la mercancía.
También las empresas con sistemas de pago con tarjeta Visa y MasterCard han respaldado la iniciativa europea en apoyo del comercio electrónico. Responsables de Visa Europe han informado a Efe de que esta compañía “ya está trabajando para proporcionar soluciones innovadoras”, mientras que MasterCard ha destacado en una nota el papel del comercio electrónico para ayudar a reducir la economía sumergida en Europa y estimular la inversión. Efe también ha consultado al presidente de la patronal tecnológica AMETIC, Jesús Banegas, quien ha valorado especialmente la iniciativa de la UE, y ha añadido que España está preparada tecnológicamente para liderar el comercio electrónico.
Ha dicho que este país es pionero en la tramitación de iniciativas como el DNI electrónico, que, en su opinión, es el documento ideal para la compra-venta digital, especialmente por la seguridad que garantiza, aunque todavía los españoles lo utilizan poco. También el presidente de la Asociación de Internautas (AI), Víctor Domingo, ha valorado en declaraciones a Efe la iniciativa europea de comercio digital, pero ha planteado varias propuestas al respecto. Una, que sea siempre la localidad del comprador el sitio fijado en litigios de comercio digital, dado que no es algo unificado en Europa; dos, que todos los comercios digitales utilicen servidores seguros; tres, que se reduzcan o eliminen las comisiones en los pagos en Internet, y finalmente, que los comercios no pidan tantos datos al comprador para una transacción.
Fuente: marketingdirecto.com