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El mensaje que arrojan los últimos informes sobre la evolución del comercio electrónico en 2010, y las cifras previstas para este año, hablan de que ha llegado el momento de considerar Internet como un canal con amplias posibilidades de venta y expansión para las empresas. Sin embargo, en lo que respecta a las compañías de pequeño tamaño (hasta 50 empleados), la situación es de total desconocimiento sobre cómo explotar estas posibilidades.
Según el último informe Sage sobre la Radiografía de la pyme, presentado la semana pasada, el 53,54 por ciento de las compañías de hasta 50 trabajadores adquirió algún producto o servicio a través de Internet durante 2010. Es un índice once puntos por encima del mismo indicador relativo al año anterior, y que podría invitar a pensar que la pequeña empresa está aprendiendo a sacarle partido a las posibilidades del comercio electrónico.
Sin embargo, un análisis más profundo pone de manifiesto que esto sólo es así cuando de lo que se trata es de comparar distintos canales de compra y elegir el que conlleva un coste menor para la compañía. Es decir, que las pymes compran más por Internet porque supone un ahorro en sus adquisiciones.

Compras sí, ventas no

En lo que respecta a utilizar la Red como canal de ventas, el panorama es bien distinto. «Las pymes todavía no perciben el potencial del e-commerce ya que sólo el 9,1 por ciento de ellas incorporan tienda online en sus portales. Del 90,9 por ciento restante, el 46,5 por ciento la utiliza con fines corporativos, para comunicar la actividad de la empresa y un significativo y preocupante 44,4 por ciento declara no tener web de ningún tipo», concluye el estudio de Sage. Esto se traduce en que casi la mitad de las pymes utilizan la página web simplemente como una herramienta para tener presencia en Internet, pero tan sólo nueve de cada cien de ellas comercializa sus productos y servicios a través de este canal.
Para Rosa Díaz, directora general de operaciones de la división de pymes y autónomos de Sage, «este dato demuestra la gran oportunidad que tienen las pequeñas empresas para acercarse a otros mercados y tipos de cliente de los que tienen actualmente». También demuestra que, de momento, no lo hacen.

Más crecimiento

Diversas fuentes consultadas apuntan a que es el desconocimiento el principal factor que lastra el despegue definitivo del comercio electrónico en la pyme. Pero la realidad muestra que existe todo un campo por explotar, especialmente en el sector del comercio minorista, ya que cada vez son más los consumidores que, al igual que hicieron las pymes en 2010, buscan en Internet un nuevo canal de compras con precios más competitivos.
Así, por ejemplo, en 2010 las ventas online crecieron un 25 por ciento, alcanzando los 8.000 millones de euros y, según datos del último informe de la CMT, en el segundo trimestre de 2010 los ingresos del comercio electrónico en España alcanzaron los 1.835,3 millones de euros, con un aumento interanual del 27,9 por ciento. Estos datos fueron presentados en la última edición de la feria E-commretail, celebrada recientemente en Barcelona, donde también se mostraron las previsiones de cara a 2011: «Las ventasonline en España crecerán un 19 por ciento en 2011, lo que supone un aumento de 8.000 a 9.400 millones de euros».

No se olvide del inglés

En el caso de las pymes, su primer acercamiento a Internet llegó de la mano de las web corporativas, aprovechando la Red como canal de información para difundir sus productos y servicios. El siguiente paso consiste en transformar este medio en un canal para vender dichos productos y servicios. Aunque a tenor de las valoraciones realizadas por diversas compañías especializadas, como DBK, Kantar WorldPanel, ATG o eBay, existen algunos elementos a no descuidar.
El primero de ellos es la atención al cliente. ATG ha elaborado un estudio reciente donde pone de manifiesto la importancia de que las tiendas online implanten herramientas de fidelización (el 43 por ciento de los europeos considera que el servicio online es suficiente o malo).
El segundo, que a la vista de los datos correspondientes a 2010, las transacciones de comercio electrónico desde el exterior representan el 11,4 por ciento de las ventas, con lo que tener la tienda online disponible en otros idiomas puede facilitar las ventas.
Puro: eleconomista.es