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Cuando las malas prácticas habituales se convierten en norma general, es cuando la desvirtuación del mundo empieza su efervescencia.

Cuantas veces no habremos escuchado, en el mundo empresarial, una de las frases más absurda: “es interesante pero tengo que pedir 3 presupuestos”, sí que sí, te levantas por la mañana y vas a comprar el pan, a esa panadería que tanto te gusta, que hace el pan con cereales que mejor te conviene, pero en lugar de adquirir lo que quieres, le dices al panadero, que espere, que vas a pedir tres presupuestos más.

O cuando desde siempre has querido comprarte ese “Iphone”, al que le has echado el ojo, que siempre te dices desde que puedas me lo compro, bueno, ahora llego ese momento de …. “desde que pueda me lo compro”, y como arte de magia decides “marear estúpidamente la perdiz” y vas todas los rincones conocidos y por conocer, buscando, analizando y mirando miles de dispositivos, eres un inmenso IDIOTA.

¿Por qué hacemos estas idioteces? Si te gusta y quieres esta NOVIA, porque elegir entre 3, si ya tienes clara la tuya.

Una mala norma llevada a cabo por las Administraciones públicas, que por razones inservibles en estos tiempos en lo que la política tiene el mismo valor que nada, se convirtió en norma en muchas empresas, como excusas para vete tu a saber que. Yo lo tengo claro, personas que son cobardes, no valientes, para tomar decisiones y estas “novias” les ofrecen la coartada perfecta.

Si quieres trabajar con una empresa, porque los conoces, porque sabes de su seriedad, porque te han resuelto en otras ocasiones: ¡SÉ VALIENTE y CÁSATE CON ELLA!, para que eliges NOVIA, si lo tienes claro.

Sólo serás tan absurdo y cobarde como esta “norma” estúpida.